Puerta de horno Gaggenau expressive con anillo de control siendo ensamblada en Lipsheim

Diseño como ingeniería artística

La creación del electrodoméstico comienza con el concepto fundamental de la función. El diseño debe funcionar de manera excepcional e infalible. La visión del diseñador facilita esta función, pero inspira mucho más. Puede desafiar la ingeniería, puede innovar, pero solo para beneficiar genuinamente al chef privado consciente del diseño. Esto es objeto de arte funcional.

Grandes rollos de metal almacenados en la pared de la fábrica de Gaggenau en Lipsheim
Puerta de horno Gaggenau expressive siendo ensamblada en Lipsheim

Dándole propósito al metal

Ya sea que estemos guiando con pericia la cortadora láser más moderna o puliendo minuciosamente a mano, siempre hay un retorno invaluable de la inversión de tantas horas de trabajo calificado en nuestro trabajo. Es decir, la creación de un producto con algo parecido a un alma. Nuestra película «La historia del ingeniero» (arriba) amplía este tema.

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Dejando nuestra huella a mano

De los 840 procesos involucrados en el ensamblaje de nuestros refrigeradores, 813 son a mano, mientras que nuestros icónicos hornos de 90 cm de ancho se han ensamblado a mano durante más de 30 años. Incluso nuestras piedras para hornear tienen nuestro nombre estampado a mano. Las habilidades de quienes están detrás de nuestros nuevos íconos se exploran en la película «La fabricación de la serie Gaggenau Expressive».

Legado

Más de 330 años de innovación, calidad y habilidad nos han visto emerger a través de los caprichos de la historia, algunos de los cuales moldeamos.

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Rendimiento

Cada una de nuestras piezas está concebida, diseñada y fabricada no solo con los más altos estándares, sino con el estándar Gaggenau.

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